Personajes 'Señor, dame paciencia'
Desde luego, resignación es la palabra que mejor define la relación de María con Gregorio.
Como devota ama de casa y vecina ejemplar, María ha cumplido a rajatabla su papel de consejera, conciliadora y fiel compañera. Pero, empeñada como está en que su familia permanezca unida, en los últimos años, antes de su accidente, abrió su mente y entre velas y altas dosis de buena fe, logró hacer de puente entre Gregorio y sus hijos.
Ahora que falta, al menos en cuerpo, ve que todo ese trabajo que llevó a cabo en vida se puede ir al traste, que el viaje con sus cenizas fue solo un espejismo y que la deriva de Gregorio le puede llevar a quemar esos puentes.
Así que sus apariciones desde el más allá se harán frecuentes y, si es menester, cada vez más enérgicas, Aunque tenga que ser a base de sustos a lo Expediente Warren, María está determinada a adiestrar a su marido y a reconducir las relaciones con sus hijos