Este domingo, nuevo capítulo

Una divertida excursión al acuario se convierte en un nuevo caso para el equipo de Naira y Luis

Mientras Luis intenta hacerse a su nueva vida en Tenerife, un muerto aparece en un acuario en extrañas circunstancias, convirtiéndose en su primer caso oficial en las islas y junto a Naira y el resto del equipo.

Naira y Luis en el acuario | atresmedia
Perdomo, Cata, Naira y Luis investigando el caso | atresmedia
Unos excursionistas descubren el cadáver | atresmedia
Luis intenta estar más con su hija | atresmedia

atresplayer estrena este domingo en exclusiva el segundo capítulo de Una vida menos en Canarias, un procedimental con toques de humor protagonizado por Natalia Verbeke y Ginés García Millán. y que aterriza en la plataforma de Atresmedia antes de su llegada a Antena 3.

En esta nueva entrega, Luis intenta hacerse a su nueva vida en Tenerife, aunque le cuesta horrores. Reconectar con Jimena, una hija a la que ya apenas conoce; acostumbrarse al calor, a la pachorra de los canarios, y a los horarios imposibles de la guagua; y a intentar encontrar algún caso policial estimulante entre robos a turistas y agresiones en chiringuitos de playa.

En secreto, Luis está intentando aprovechar su estancia en la isla para seguir una pista de un viejo caso sobre crimen organizado que le permita ser readmitido en Madrid…

Pero todo cambia cuando un cadáver aparece flotando en el estanque de un acuario, frente a una excursión del Imserso. Lo que en un principio se establece como un accidente laboral, pronto muestra signos de homicidio. Y uno de los miembros de ese acuario debe ser el asesino.

Así es Una vida menos en Canarias

Luis Lacasa, prestigioso inspector de homicidios en Madrid, se ve forzado a aceptar un traslado a las islas Canarias y adaptarse a todo lo que detesta: el calor, la arena y los turistas, pero sobre todo a Naira, una carismática inspectora, amante de su tierra con la que, a pesar de sus diferencias y rivalidades formara un buen equipo y al mismo tiempo, una complicidad que cuestionara sus férreas convicciones.

El castellano frío y cerebral, padece acromatopsia, una disfunción visual que le hace ver la vida en tonos grises, sin color, una patología que ha amplificado su hermetismo. En este paraíso criminal, el inspector se reencuentra con su hija Jimena, una reputada chef con la que lleva distanciado desde que murió su mujer, en el accidente del que arrastra secuelas.

La vida en las islas le empujara a salir de su zona de confort, conocer a su hija y asombrarse ante un detalle inquietante; a veces, percibe color en la inspectora.