En el capítulo 4... Ángela pasa su primer día en un centro psiquiátrico: “Yo solo quiero descansar”
Lucía es su ojo derecho
La actriz confiesa que grabar la serie ha sido "hacerte consciente de que esto era otro planeta casi" y, asombrada, cuenta como no se daba cuenta de que no había electricidad y todo era fuego. ¡No te pierdas el estreno este domingo!
Catalina, en la nueva serie original de atresplayer, es la criada de los Avellaneda y siempre acompaña a Lucía, su señora. Ella es como su ojo derecho. Asegura que la ha visto crecer, la ha criado y la ama profundamente.
La actriz explica que su personaje va a empezar a tener mucho miedo por todo lo que pasa, ya que desconoce y no sabe muy bien qué es esto del beguinato. Ese desconocimiento hace que genere un miedo que sus señores perciben, algo que no le beneficia en el trato que recibe por su parte.
"Soy insignificante para ella, también me produce un poco... pavor, pero absolutamente desde el respeto porque es mi señora también", detalla Laura Galán cuenta sobre la relación de Catalina y Jimena Suárez de Córdoba.
Al ser preguntada por su relación con Munio, la palabra que siempre predomina es "autoridad". Con él no tiene ningún tipo de complicidad, es su señor, le impone e incluso le genera miedo; tienen una relación estricta de noble y criada: "Es el hombre que me da órdenes y al que tengo que hacerle caso porque sino podemos tener problemas".
¡Descubre cómo se comportan con ella!
Miedosa y servicial. Ha visto crecer a toda la familia Avellaneda, ha cuidado y crecido al lado de Lucía, acompañándola en todo momento. La llegada de las beguinas le causa muchas inseguridades, no conoce el beguinato, es algo misterioso y desconocido para ella, incluso le da miedo.
Su actitud con todos los personajes es muy atenta y humilde. Sobre todo es muy consciente de su posición de inferioridad con respecto a sus señores, a los que trata con un absoluto respeto.
Así es Beguinas
Segovia, 1559. Lucía de Avellaneda celebra su fiesta de compromiso con el Marqués de Peñarrosa, un noble elegido por su hermano. Este matrimonio promete reforzar el status financiero y social de la familia, pero, en medio del festejo, la prometida recibe una misiva inesperada de una mujer que asegura ser su madre y que la reclama en su lecho de muerte.
Lucía se presenta en el beguinato, donde su madre la ha citado. En este lugar convive con otras mujeres de manera independiente y al margen de la Iglesia.